Traductor: Enrique F. Chiappa
En los días 25, 26 y 27 de marzo de 1922, el proletariado brasileño dio su primer gran paso fundando el Partido Comunista (1) Ahí tuvo inicio la larga y ardua lucha de nuestro proletariado por la constitución de su partido revolucionario. Adoptando inicialmente la denominación de Partido Comunista-Sección brasileña de la Internacional Comunista (PCSBIC), comenzó a dar sus primeros pasos en el espinoso e inhóspito camino de la lucha de clases. En este mes se completan 86 años de su fundación. En el pasaje de 25 de marzo y en el esfuerzo por contribuir para la lucha de liberación de nuestro pueblo, AND publica el artículo del Profesor Fausto Arruda que se propone un breve balance histórico de la trayectoria y rumbo que tomó la iniciativa de los pioneros del comunismo en Brasil. El artículo será publicado en dos partes.
Primera parte
"Ya hace algún tiempo que en el día 25 de marzo algunas organizaciones políticas, entre grandes y pequeñas, se apresan a celebrar la fundación del Partido Comunista de Brasil. Esas organizaciones comúnmente reivindican como suya esa fecha histórica del proletariado y masas populares brasileñas. Por las posiciones ideológico-políticas y la práctica de la mayoría de esas organizaciones no hay identidad alguna con el grandioso propósito de los fundadores del partido. Tampoco hay identidad con la devoción y abnegación de tantos militantes de base que honradamente se dedicaron totalmente al partido. Tampoco, puede haber identidad con los heroicos compañeros del Levante Popular de 35, de la gloriosa Guerrilla do Araguaya y de tantos otros que vertieron su sangre, en el combate abierto o dentro de las cárceles y en la tortura, donando generosamente su vida a la causa proletaria. De esas organizaciones apenas hay la identidad con las posiciones oportunistas, reformistas y revisionistas que por períodos enteros predominaron en la dirección del partido y con episodios negros de traición al proletariado y de capitulación que tuvieron lugar en su dirección haciéndolo sucumbir. Las posiciones de dichas organizaciones no son nada más que la versión actualizada de aquellas pútridas concepciones.
La trayectoria del movimiento comunista en Brasil ha sido muy difícil y tortuosa. En ella el partido cometió varios errores, pero también construyó una gran experiencia. Llegó a un nivel elevado como partido marxista-leninista. Solo que en este momento de la lucha de clases y de la revolución proletaria mundial ya se exigía ser marxista-leninista-maoísta, lo que no fue debidamente comprendido. En la dirección, debido al dogmatismo de algunos y a los duros golpes de la policía política de la reacción que eliminó los mejores cuadros forjados por la clase, terminó por prevalecer una posición que capituló de la línea revolucionaria de la guerra popular. El maoísmo fue completamente rechazado y atacado y el partido fue liquidado como partido revolucionario del proletariado. Los revolucionarios proletarios, principalmente los de las nuevas generaciones, deberían tirar serias lecciones y emprender la lucha por la reconstitución del partido comunista—marxista-leninista-maoísta en el fuego de la lucha de clases, combatiendo el imperialismo y la reacción de manera inseparable del combate al revisionismo y a todo oportunismo, para levantar la revolución brasileña a nuevas y grandes alturas dentro de la nueva ola de la revolución proletaria mundial, que ya se inició."
De la declaración dada por un militante maoísta del movimiento clandestino por la reconstitución del Partido Comunista de Brasil.
Surgido de las luchas del naciente proletariado brasileño y bajo el influjo de la Revolución Bolchevique, mas fundado por militantes, en su mayoría, egresos del anarco-sindicalismo en proceso de falencia en el país, el partido comunista será marcado, en sus primeros años, por la herencia y reminiscencias de esa ideología. Fundado como partido comunista, y mismo que admitido luego en la Internacional Comunista, para constituirse como tal, como partido marxista-leninista, recorrerá un largo y complejo camino sin, conseguirlo cabalmente.
A lo largo de décadas ocurrieron luchas entre líneas, a veces abiertamente otras de forma velada, pero continuamente, como reflejo inevitable en el interior del partido, de las contradicciones de clases de la sociedad brasileña y las del movimiento comunista internacional. Mismo que ni siempre los integrantes del partido se diesen cuenta de esto plenamente. Luchas entre líneas en la compleja tarea de descubrir las leyes del desarrollo económico social de nuestro país para establecerse la estrategia y táctica de la revolución brasileña. De esta manera que se desarrollará el partido, pasando por desagregación y reorganización, fraccionamiento y reconstrucción, hasta su liquidación como partido revolucionario del proletariado al final de la década de 1970. Podemos comprender el desarrollo de sus posiciones y su práctica correspondiente en tres etapas históricas fundamentales. La primera, de la fundación al inicio de los años de 1930. La segunda, al inicio de los años de 1930 a 1960, y la tercera, de 1960 a 1970. Siendo la tercera, la etapa en la cual, en teoría y práctica, se conforma como partido marxista-leninista.
Primera etapa
En la lucha por asimilar el marxismo-leninismo, luchando para superar la herencia anarco-sindicalista de la mayoría de sus fundadores y las concepciones obreristas y economicistas, el partido se deparará con el desafío teórico de comprender la realidad peculiar de los países dominados por el imperialismo, que se arrastra en el atraso secular de las relaciones pre-capitalistas, del esclavismo y del semifeudalismo. En la tentativa de romper con el economicismo tomará el atajo del reformismo electorero organizando el Bloque Operario Campesino (BOC), retrocediendo posteriormente con las duras críticas hechas por la IC. En sus ocho primeros años, realizará tres congresos, y que pese a los esfuerzos teóricos de sus cuadros, todos fueron marcados por la falsa, por no decir ingenua, tesis del agrarismo versus industrialismo. Tesis que abogaba que el país estaba regido por una supuesta contradicción en el seno de las clases dominantes, que oponían el mantenimiento del sistema agrario a un proceso industrialista. En el mismo error incorporaría la tesis que caracterizaba la etapa entonces de la revolución brasileña por democrático-pequeño-burguesa.
Aunque el país viviese las consecuencias de la crisis de superación de la falencia de la dominación de las viejas oligarquías esclavocratas y era sacudido de cima abajo por movimientos revolucionarios democrático-burgueses, el partido no pudo protagonizar esta riquísima situación revolucionaria, desprovisto de comprensión científica sobre la sociedad brasileña y de una línea ideológica-política proletaria. Las luchas en el partido se restringían a problemas menores debido al manejo débil del materialismo dialéctico histórico y de la línea de masas para comprender la realidad nacional.
El partido prácticamente estuvo ausente y distante de los turbulentos acontecimientos guiados por aspiraciones democrático-burguesas, en que los más activos sectores de la pequeña burguesía urbana se batían en movimientos militares por el simple cambio de mandatarios en el país (Tenientismo, Columna Prestes y Alianza Liberal —"revolución de 30"). Este fue un período histórico efervescente, situación revolucionaria abortada por el movimiento armado que sucedió a la Alianza Liberal de Vargas y tomó de asalto el poder del Estado, traicionando las aspiraciones democrático-burguesas de los movimientos iniciados con el llamado Movimiento Tenientista y que culminó en la desmovilización de la Columna Prestes.
Segunda etapa
La década de 1930 marcará el inicio de una nueva etapa en la vida del partido. Etapa que, por su característica zigzagueante entre izquierda y derecha en su orientación, se desarrollará a partir del Levante Popular de35,culminando en el IV Congreso revisionista de 1960. Pasa por la crisis de desagregación después del golpe del Estado Novo de 37 y reorganización con la CNOP (2) en 1943, por la lucha para Brasil entrar en la guerra contra el nazi-fascismo al lado de los Aliados, por la corta vida en la legalidad (1945/46), por el manifiesto de Agosto de 1950, por el importante IV Congreso (diciembre;54- enero/55),por la Declaración de Marzo de 1958. Esta larga etapa de treinta años está marcada por un permanente zigzagueo, que aunque no consigue establecer una línea ideológica-política proletaria, fertilizará el terreno para el desarrollo de la lucha de dos líneas con base en el combate al reformismo y posteriormente al revisionismo con la Reconstrucción del partido.
No obstante el partido tuviese avanzado considerablemente en la asimilación de las teorías básicas del marxismo-leninismo, elevando su capacidad de análisis de la realidad brasileña, será profundamente influenciado por las nacientes tesis del revisionismo moderno, marcadamente el browderismo (3). Tesis de "paz y democracia", de "convergencia entre socialismo y capitalismo",que fortalecían el oportunismo electorero y la dilución del partido en una "Frente Democrática", abriendo camino para su hundimiento y podrecimiento en el revisionismo Kruchovista y en el oportunismo reformista de la dirección prestista de las décadas siguientes.
En el año de 1935, trece años apenas de su fundación el partido da un salto de calidad en su proceso al establecer, en conexión con el Movimiento Comunista Internacional, el camino para la toma del poder a través de la lucha armada. En esta etapa, en que las fuerzas del fascismo habían ascendido en Europa, la Internacional Comunista desarrolló nuevas tesis de frente única de la clase operaria para enfrentar su expansión y conjurar la guerra imperialista mundial que ya se gestaba.
En Brasil, bajo la dirección del partido fue organizada la ANL —Alianza Nacional Libertadora, frente única de clases revolucionarias que propugnaba por el establecimiento de un Gobierno Popular Revolucionario, para confiscar el imperialismo, la gran burguesía y el latifundio semifeudal. El partido comprendía ya en este momento el carácter de la revolución brasileña como democrática, agraria antifeudal y antiimperialista como etapa necesaria al socialismo.
En un momento que se tornó marco histórico de nuestro país y de nuestro proletariado, el partido llevará a cabo un levantamiento armado para la toma del poder. En él el partido incurrirá en errores fundamentales: uno de carácter estratégico y otro de carácter táctico. En el estratégico, no había comprendido el papel del campesino y esto era derivación de no entender a fondo el proceso de las clases sociales en los países coloniales, semicoloniales y semifeudales.
Este problema no era simple, sin embargo ya en esa época, Mao Tsetung había vencido la lucha interna en el PCCh y sus tesis sobre revolución en los países dominados por el imperialismo ya eran conocidas por la IC. Mao afirmaba que en la época del imperialismo las revoluciones democráticas solo podían ser llevadas a cabo si dirigidas por el proletariado. Demostró que terminara la época de la revolución burguesa mundial y se iniciaba la era de la revolución proletaria mundial. Por lo tanto se trataba, ahora no más de las revoluciones democráticas del viejo tipo, realizadas bajo la dirección de la burguesía, y sí de revoluciones de nuevo tipo incesante al socialismo. Como fuerza motriz esta debería basarse en la alianza operario-campesina, teniendo el campesinado como fuerza principal y el proletariado como fuerza dirigente a través del partido comunista. Mao dijera también, que el camino era el de la estrategia de cerco de las ciudades por el campo, a través de la guerra popular prolongada. Según documentos y archivos de la IC, habrían indicaciones claras de esta organización para centrarse las fuerzas en el campo, desarrollando la lucha armada a partir del nordeste del país, región esencialmente agraria, dominada por el latifundio semifeudal.
Con el perjuicio de error estratégico de desconsiderar completamente el campo, en lo táctico el error fue irreversible.
A medida que el gobierno Vargas golpeaba la ANL la tirando en la ilegalidad, aislando el partido temporalmente, mismo así los planes insurreccionales fueron mantenidos. Esto tornó lo que ya era difícil en una derrota de proporción estratégica para el proletariado brasileño. La reacción no apenas sofocó el levante armado, como retiró del episodio toda materia prima para amalgamar el discurso de la contrarrevolución, lo cual será usado hasta los días de hoy (la "intentona comunista"). Los acontecimientos muestran una paradoja. Así como fue un momento trascendental de nuestra historia, en que el partido proletario, todavía joven e inexperimente, dirigiendo una frente de clases revolucionarias (ANL) se lanza en la toma del poder, la derrota del Levante engendrará un reformismo profundo, envenenando letalmente el partido en las décadas siguientes.
Basados en premisas falsas, cuya base es exactamente la de la incomprensión de la particularidad de los países dominados, la dirección del partido liderada por Prestes realizará un balance completamente equivocado de los acontecimientos. Asimilando los ataques ideológicos de la contra-revolución, se concluye que el error fuera, principalmente, de carácter golpista y que fuera errado atentar contra el gobierno de Vargas, que sería en el nuevo entendimiento, un aliado del proletariado en la revolución democrática. Este entendimiento era terreno fértil para que las tesis oportunistas y revisionistas de Browder proliferasen. De allí es que surgirá toda una línea oportunista derechista sobre la concepción de la revolución democrático-burguesa. No solo pasarían a no comprender el doble carácter de la burguesía nacional (media burguesía que tiene contradicciones con el imperialismo y los monopolios locales, pero teme el proletariado), como tomarían la gran burguesía brasileña (particularmente su fracción burocrática) por burguesía nacional (media burguesa). Este, al lado de la cuestión campesina, es uno de los problemas que históricamente el partido no conseguiría resolver correctamente, lo que acarreará en enormes errores, desvíos y formará generaciones enteras en las filas del partido en el más grosero oportunismo de derecha.
Así el partido destrozado por la salvajería del Estado Novo fascista de Vargas, adoptará políticas incorrectas de sumisión del proletariado a la gran burguesía y a los caminos del oportunismo electorero. Pues con el fin de la II Guerra mundial, con el prestigio de la URSS y de los comunistas en alta en el mundo, el partido, que saliera de la clandestinidad fortalecido, envés de detenerse en las tareas de preparación para desencadenar la lucha por la toma del poder, irá embriagarse en las ilusiones constitucionales. A pesar del gran éxito en las elecciones para la Constituyente de 46 fue luego golpeado duramente, otra vez. De nuevo en la clandestinidad y violentamente perseguido, inicia, con el Manifiesto de Enero de 48, un balance autocrítico de las ilusiones legalistas. Pero, mismo que debajo de la más cruel persecución del Estado burocrático-latifundista servicial del imperialismo, principalmente yanqui, el partido busque superar tales desvíos de derecha, aferrado dogmáticamente a las concepciones europeas de insurrección y a la comprensión mecanicista de la Revolución Bolchevique, despreciará por completo los enseñamientos de la Revolución China y los gigantescos aportes de Mao Tsetung.
Aunque las tesis del IV Congreso, formuladas en la estela del Manifiesto de Agosto de 50, propugnasen por la vía armada para la toma del poder, el partido pasará a un discurso radical sin ser capaz de llevarlo cabalmente a la practica. El hecho de se continuar sin se saber quien era quien en la burguesía brasileña, de no comprender el carácter doble de la burguesía nacional, además de seguir en la práctica despreciando el campesinado, será el terreno propicio para un nuevo desvío a la derecha. A pesar de ser considerado izquierdista por diversas corrientes, el IV Congreso favorecerá, en última instancia, el prevalecer del viejo oportunismo, asimilado después de la derrota en el Levante Popular de 35, de la línea derechista sobre la concepción de la revolución democrática, ahora bajo la bandera de la "unión nacional".
Bajo la alegación del supuesto izquierdismo del IV Congreso y ante las manifestaciones de descontentamiento con sus resoluciones, Pestes pujando para la derecha, como una autocrítica del "izquierdismo del IV congreso" que pasara a atacar el gobierno de Vargas, pasará a sustentar la defensa de la política de apoyar la candidatura de Juscelino Kubitschek.
Así que las posiciones revolucionarias, no obstante sean insuficientes, acumuladas en el IV Congreso, fueron destrozadas, sirviendo de punto de apoyo para la derecha atacar toda y cualquier concepción verdaderamente revolucionaria, y arrastrar el parido nuevamente para el pantano del oportunismo.
Con los resultados del XX Congreso del PCUS (1956), todo el oportunismo ya enraizado en el partido ganó una cobertura y fundamentos teóricos. Como bien afirmó más tarde Manuel Lisboa (4): "Las decisiones del XX Congreso del PCUS solo vinieron a dar cobertura jurídica y moral al reformismo del partido". Con la famosa Declaración de Marzo de 58 el grupo revisionista de Prestes preparará el terreno sobre el cual el V Congreso, en 1960, consolidará en el partido las tesis del reformismo y del revisionismo moderno de Kruschov. Tal declaración mereció la más dura y contundente crítica de Mauricio Grabois (5), que en el documento "Dos concepciones, dos orientaciones políticas" desenmascaraba su contenido de colaboración de clases para la capitulación del proletariado brasileño frente a la burguesía y al Estado Brasileño reaccionario. Esta lucha costó a Grabois su expulsión del comité central del partido.
El Congreso de fundación aconteció en Niteroi, con la participación de nueve delegados representando núcleos de comunistas de diferentes partes del país. Los delegados eran: Astrojildo Pereira — periodista, Hermogenio da Silva Fernández — electricista y ferroviario, Manoel Cendón — sastre, Joaquim Barbosa — sastre, Lui Peres — artesano escobero, José Elías da Silva — funcionario público, Abílio de Nequete — peluquero, Cristiano Cordeiro — funcionario público y Joao da Costa Pimenta — tipógrafo.
- CNOP — Comisión Nacional Organizadora Provisoria — Creada en 1942, tenía a su frente Mauricio Grabóis, Amarilio Vasconcelos, João Amazonas, Diógenes Arruda y Pedro Pomar, la comisión se encargó de reorganizar el partido después de los golpes dados por la dictadura Vargas y luchar contra las tesis liquidacionistas que ganaban espacio en el Partido. Realizó la II Conferencia Nacional del PCB, conocida como Conferencia de la Mantiqueira y la mayoría de sus miembros fue electa para el Comité Central del Partido Comunista de Brasil.
- Referente a Earl Browder secretario del Partido Comunista de Estados Unidos en los años de 1930/40.
- Manuel Lisboa — Militante comunista que desde joven ingresó en el partido, participó del proceso de Reconstrucción y a partir de 1966, juntamente con Amaro Luiz de Carvalho, que de regreso de estudios en China Popular, rompieron con el Pcdo B y organizaron en el nordeste el Partido Comunista Revolucionario. Manuel Lisboa combatió el revisionismo y expresó sus posiciones en el importante documento Carta de 12 Puntos a los Comunistas Revolucionarios, con el cual sustentó las concepciones esenciales del maoísmo para la revolución brasileña sintetizando que "el cerne de la estrategia del proletariado y de su partido es la guerra popular a través de la guerra de guerrillas". Manuel Lisboa fue asesinado brutalmente en 1972, después de más de 18 días de tortura por el régimen militar, en Recife.
- Mauricio Grabois — Militante comunista nacido en 1912. Con 18 años es admitido en el Partido y poco después se torna el responsable por la agitación y propaganda de la Juventud Comunista de Brasil. Participa activamente de la ALN y, posteriormente, de la CNOP. En el breve período de legalidad, es electo diputado federal. Participa del proceso de ruptura con el revisionismo de Prestes y reconstrucción del Partido, ahora bajo la sigla PcdoB, cuando se aproxima del pensamiento Mao Tsetung y contribuye en la elaboración de la estrategia de la guerra popular prolongada esbozada por el partido. Era el comandante de las Fuerzas Guerrilleras de Araguaia, habiendo caído en combate en 25 de diciembre de1973.