La violencia policial en Río de Janeiro convierte enorme cantidad de sangre carioca en dinero en los cofres de empresas yanquis. El dolor de las madres faveladas mueve el lucro de los capitalistas extranjeros y sus apoderados, con Sérgio Cabral (PMDB) al frente.
La violencia policial sigue galopante en Río de Janeiro. Los más alcanzados son, de manera general, trabajadores y estudiantes negros, pobres y jóvenes. La última víctima de la brutalidad cometida por los agentes del gobernador Sérgio Cabral fue el niño Matheus Rodrigues, de sólo 8 años de edad, asesinado alrededor de las 8h del jueves, día 4 de diciembre, en el Morro del Timbau, una de las favelas da Maré.
De acuerdo con nota divulgada por la Red de Movimientos y Comunidades Contra la Violencia, Matheus fue ejecutado por un policía con un tiro de fusil en la nuca cuando salía de casa para ir a la panadería. Su tío Ulises le había dado una moneda de un real para que comprara pan. Sin embargo, el proyectil disparado por un arma de guerra interrumpió su camino: entró por la nuca, le explotó la cabeza y salió por la boca robándole la vida aún en la más tierna infancia. La familia prestó testimonio en la 21 DP, mientras habitantes inconformados hicieron vigilia alrededor del cuerpo e impidieron la remoción del mismo para evitar que la PM encubriera las evidencias.
El monopolio de la prensa, como siempre, compró la versión de la policía y divulgó que un "intercambio de tiros" tendría tirado la vida del niño.
El caso de Matheus recuerda el asesinato de Renan Ribeiro, en la misma favela da Maré, en octubre de 2006. De acuerdo con testigos, el niño de sólo 3 años fue muerto por policías. En ambos casos la policía niega, afirma que los niños murieron durante intercambio de tiro con bandidos, como si eso eximiese la institución de responsabilidad.
La actual gerencia estadual en Río de Janeiro es responsable por un aumento vertiginoso del número de "autos de resistencia" (civiles muertos por la policía). En 2007 fueron computados 1.330 registros, según el Instituto de Seguridad Pública, órgano vinculado a la Secretaría de Seguridad de la gerencia estadual. En los primeros tres meses de 2008 fueron registradas 358 muertes, lo que representa un aumento del 12% en relación al mismo periodo de 2007. Datos del cierre del primer semestre de ese año apuntan 849 muertes, que en una proyección anual llevarían los autos de resistencia a un nivel récord: 1.698 muertes en supuestos enfrentamientos con la policía.
Otros casos recientes ilustran la brutalidad desmedida de la policía fluminense, cada vez más firme en su propósito de seguir la política de exterminio de sucesivas gerencias. Además de los asesinatos existen diversas otras formas de violencia cometidas contra la clase trabajadora, como invasiones de domicilio, destrucción de patrimonio y robo. Todas esas violaciones fueron denunciadas durante la Masacre do Alemão, en junio de 2007, pero de allá para acá no pararon de acontecer.
El día 29 de noviembre, por ejemplo, una denuncia de la Red de Movimientos y Comunidades Contra la Violencia expuso la actuación ilegal de la policía en el morro da Providência, en el centro de Río de Janeiro. Según la nota divulgada por la entidad, "una gran cantidad de policías llegó disparando aterrorizando todos cuando iría a iniciarse una actividad cultural y debate con mujeres en la manzana de la Plaza Américo Brum. Una joven de 27 años fue baleada y está en estado grave. Los tiros continúan y la situación es de terror. Más víctimas pueden acontecer a cualquier momento".
La Red divulgó también una cronología de abusos cometidos en esta favela por el ‘Grupamento de Policiamento en Áreas Especiales’, el GPAE, desde que su mando fue asumido por el capitán Zuma:
— El GPAE de la comunidad, responsable por incontables abusos y violaciones de derechos desde que su mando fue asumido por el capitán Zuma, ya había impedido la realización de la fiesta de 112 años de la comunidad el día 15/11. El día anterior, otro tiroteo provocado por la PM colocó en serio riesgo niños que jugaban en un parque en la llamada Vila Portuaria. El día 09/11, dos militantes de la Red que se encontraban en la favela fueron amenazados (verbalmente y con tiros en su dirección) por policías del 2°BPM que allá llegaron en un caveirão y varias patrullas. El hecho fue denunciado y registrado en la 4ª DP. La Red ha denunciado todas esas acciones de la policía en la comunidad, pero hasta ahora nada fue hecho. La comunidad hace mucho tiempo exige la retirada de Zuma del GPAE y la investigación de tantas violencias.
El lucro es de los yanquis
Basada en la lógica de la guerra, esa forma de seguridad enriquece aquellos que venden y compran armas y municiones, exactamente como ocurre con las guerras inventadas por el imperialismo yanqui. Entre los ítems que más mueven dinero está el nuevo caveirão, proyectado para soportar disparos de armas calibre punto 30, motor de seis cilindros con 180 caballos, cambio manual de seis marchas y atrás, torre de acción prolongada con aberturas para varios tipos de armamentos y pestana para protección de los vidrios delanteros del conductor. Con capacidad para transportar 20 hombres, cada una de las nueve unidades costó a los cofres públicos R$ 403 mil. Una inversión de R$ 3.627.000 pagados con dinero de los impuestos del contribuyente a la empresa yanqui Ford Motors.
Otro fetiche de la gerencia Cabral es el llamado "caveirão del aire", adquirido en septiembre de 2008 por la bagatela de R$ 8 millones. Se trata de un helicóptero militar Huye 2, totalmente blindado (inclusive en las hélices), con capacidad para seis francotiradores y un total de 15 tripulantes. Así como el fabricante del caveirão, la empresa que desarrolló el "caveirão del aire", la Bell Helicopter, es del USA. Situada en Forth Worth, Tejas, ya vendió más de 35 mil aeronaves en todo el mundo y mantiene negocios con las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, según informa su página en internet. Sólo este año la empresa cerró contrato de R$ 525 millones con la Marina yanqui.
Resistencia
Mientras no se tiene un movimiento organizado de resistencia que pueda combatir la tropa del gerente Sérgio Cabral, las mejores iniciativas han sido las acciones directas de comunicación de masa. Prueba de eso fue la llamada del gobernador para el juez Siro Darlan, pidiendo que el outdoor publicado en junio de 2008 con la ilustración de Carlos Latuff fuera retirado de las calles porque era "una ofensa" a la policía.
Sérgio Cabral sabe que la verdad no puede ser dicha en público por diversos motivos, entre los cuales están la presión internacional que podrá recaer sobre su gerencia y la toma de conciencia del pueblo, que organizado y conocedor de la política de exterminio puede tomar las calles para derrumbarlo.
Como el monopolio de la prensa es connivente con la matanza de la clase trabajadora, resta la acción directa de los movimientos sociales organizados. Esos tienen la obligación de estampar la imagen de Cabral y Luiz Inácio, jefes de las policías y del Ejército, en las calles en carteles, outdoors, panfletos y todo lo que pueda denunciar su política asesina.
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