Un informe de la Corregiduría de la Policía Militar de São Paulo constató que las Rondas Ostensivas Tobias de Aguiar (ROTA) — la más letal tropa de la PM paulista — mató 45% de más de enero a junio de 2012 en comparación con el mismo periodo de 2011.
Según la asesoría de prensa de la PM, el aumento fue causado por la intensificación de las operaciones policiales con enfrentamientos en las favelas de São Paulo. Pero, la realidad todos la conocen: la ROTA es conocida en las periferias, principalmente de la zona Este de la ciudad, por las ejecuciones y torturas que comete contra jóvenes pobres. De enero a junio de 2011, según la estadística, la ROTA mató 31 personas en sus operaciones. Ya en el mismo periodo de este año, fueron 45 muertes.
En la noche de 28 de junio, el joven Caio Bruno Paiva, de 25 años, fue asesinado por policías de la ROTA en el barrio Itaim Paulista, extremo Este de la capital. La familia acusa que Caio fue ejecutado en frente a su mujer, embarazada de seis meses. En Agua Branca, zona Oeste, el mismo día, un joven habría sido baleado por policías. Él habría llegado aún con vida a la emergencia hospitalaria de la Lapa, pero no resistió a las heridas.
Otra estadística confeccionada por el ouvidor Luiz Gonzaga Dantas revela un aumento de los “autos de resistencia”(cuando un policía mata alegando que se sintió amenazado por un sospechoso que no se rindió) en los cuales la ROTA está alrededor del 63% en cinco años. Y los habitantes de las favelas paulistas pueden esperar más asesinatos en las operaciones de la ROTA, ya que desde el día 22 de junio el agrupamiento pasó a ser comandado por el teniente-coronel Salvador Modesto Madia, acusado por la muerte de 74 presos en la masacre del Carandiru, en 1992. Cada uno de los detenidos muertos recibió en promedio 4,5 tiros. Ningún policía murió. Él recurre de la acusación y dice que no hubo ejecución.
Cabe recordar que esas estadísticas — “oficiales”, dígase de pasaje — se refieren solamente a la ROTA. Imagínese el número que constataríamos se aplicásemos el mismo aumento del 45% a las muertes cometidas por todos los batallones de policía en el estado de São Paulo.
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