Versão: Enrique F. Chiappa
Primero país de América Latina a acabar con la esclavitud y a se tornar independiente después de una revolución popular, Haití hoy es víctima de una invasión liderada por Brasil con el patrocinio de la ONU para defender los intereses del imperialismo. El hecho es que ninguno de estos países invasores prestan cuentas a su propio pueblo de lo que hacen en tierra ajena, como si la voluntad de la desmoralizada ONU fuese suficiente para sustituir un plebiscito popular, permitiendo o no el envío de tropas para otro país.
La mayor villa miseria de Porto Príncipe, capital de Haití, se llama Cité Soleil. Ciudad del Sol, en español, un bautismo que no parece haber sido obra del acaso. Es probable que el nombre tenga sido escogido en razón de la elevada incidencia de luz en esta región entrañada en el centro del Caribe, pero conviene admitir otras posibles motivaciones, se llevando en consideración, sobretodo, que se trata de una tierra de poetas. Y que poetas.
Jacques Viau Renaud, por ejemplo. Hombre culto, hijo de un importante líder político haitiano que había sido candidato a la presidencia; Alfred Viau, un profesor, concurrió con François Duvalier, que fraude las urnas para se tornar uno de los más sanguinarios dictadores de la historia de Haití. Alfred perdió las elecciones, mas asistió con orgullo a su hijo Jacques tomar en armas para defender la revolución en la vecina República Dominicana contra la invasión imperialista, en abril de 1965.
Haití, tierra de poetas revolucionarios. Poetas solidarios. Antes de caer en combate a los 24 años de edad, Jacques Viau Renaud dejó vasta obra, comprensiblemente no divulgada en Brasil ni en otros países victimados por la opresión extranjera. En una de ellas, escribió:
En qué preciso momento nos separamos de la vida,
En qué lugar,
En qué rincón del camino?
En cuál de nuestras travesías se detuvo el amor
Para que dijésemos adiós?
Nada ten sido tan duro cuanto permanecer de rodillas.
La agresión contra Haití remite a 1492, cuando el navegador español Cristóbal Colon llega a la isla. En 1697, cuando casi todos los indios arauaques habían sido diezmados, la parte occidental de la isla es cedida a Francia, que la rebautiza Sain Domingue. El lado oriental vendría a se llamar República Dominicana.
En el siglo XVIII, Haití se torna la más próspera de las colonias francesas gracias a los pueblos africanos esclavizados, que producían azúcar, cacao y café.
Haití fue el primero país latinoamericano a se tornar independiente, y lo hizo de una manera muy especial. A partir de 1791, el pueblo negro y mulato esclavizado promueve sucesivas revueltas contra el ejército francés, que garantizaba la permanencia de la explotación colonialista. En 1804, el ex esclavo Toussaint lidera la revolución que tornará el país libre por la fuerza del pueblo, diferente de los procesos de independencia visto en otras naciones, generalmente comandados por la burguesía.
Hoy, 203 años después de la independencia, el pueblo haitiano sufre con una nueva invasión. Esta vez es la Organización de las Naciones Unidas quién la promueve. Para tanto, cuenta con la ayuda de las Fuerzas Armadas Brasileras, a la frente de la Misión de Estabilización de Haití (Minustah), que fue aprobada por la Resolución 1.529 del Consejo de Seguridad de la ONU. En el país desde 2004, la Minustah no consiguió reducir la miseria que atinge la mayoría del pueblo de ese país donde el desempleo alcanza asustadores 70% de la población económicamente activa. Además, la mortalidad infantil llega a absurdos 74 por mil nacimientos y dolencias como tifus, tuberculosis y aids se arrastran en este que es considerado el país más pobre de América Latina.
Protegiendo el opresor
USA siempre acompañó con atención los acontecimientos. A partir de la década de 1990, el interés aumentó y el gobierno yanqui llegó a secuestrar el presidente electo, Jean Bertrand Aristide, y enviar los marines para garantizar el presidente títere, Boniface Alexandre. De allí en adelante USA exigió la adecuación de Haití al recetario neoliberal, subordinado a los organismos de los banqueros internacionales. El objetivo era garantizar el control de un país estratégicamente situado entre Cuba y Venezuela. Además, es interesante para el gobierno estadounidense la creación de otro polo de industrias maquilladoras, donde corporaciones como Nike y Adidas puedan producir sus artículos deportivos pagando un salario de hambre a los trabajadores.
“Pagan salarios bajísimos a los funcionarios, que trabajan en verdaderos campos de concentración, extremamente militarizados, para exportar productos a precios irrisorios para USA”, denuncia Sandra Maria Quintela Lopes. Economista, formada en la Universidad Federal de Alagoas y posgraduada en la Universidad de Bremen, en Alemania, además de maestra por la Coppe (UFRJ), Sandra trabaja en la Red Jubileo Sur, entidad que lucha para probar la ilegitimizad de las deudas externas e internas de los países del hemisferio sur. En 2005, ella estuvo en Puerto Príncipe por la Misión Internacional de Investigación y Solidaridad a Haití.
En la entrevista abajo, concedida con exclusividad a AND , Sandra Quintela relata que la mayor parte del pueblo haitiano rechaza la presencia de tropas extranjeras en el país. Son muchos los relatos de asesinatos, estupros y otras violaciones cometidas por las tropas brasileñas. De acuerdo con la sección haitiana del Escritorio Internacional de Abogados, más de 400 civiles fueron muertos o heridos por la misión de la ONU— que fue renovada por seis meses día 15 de febrero último. La economista también resalta que el alto comando de la misión de la ONU en Haití está en las manos de Francia, Canadá y USA, restando a Brasil cumplir las órdenes impuestas por esos tres países.
Cuando visitó Haití, la economista Sandra Quintela oyó el mismo mensaje de dos interlocutores con perfiles bien diferentes. Primero, el general brasileño Augusto Heleno le dijo que el problema de Haití no era militar, si no de falta de solidaridad internacional. Después, escuchó de un joven de 13 años que “si nuestro problema fuese militar, la situación ya estaría resuelta desde el inicio del siglo pasado”.
Todavía así-o por eso mismo — la solución adoptada para resolver los problemas de Haití por aquellos que se juzgan los dueños del mundo fue la solución militar. O sea, la tierra de poetas, solidarios y revolucionarios, sigue pagando un alto precio por haber osado, un cierto día, ser libre. Y si depender del pueblo haitiano, no habrá rendición en cuanto haber un agresor, como profetizó Jacques Viau Renaud.
No habrá paz!
Lágrimas para quebrar las lágrimas,
Muerte para quebrar la muerte!
A continuación, se sigue la entrevista con Sandra Maria Quintela Lopes.
— La Red Jubileo Sur existe en varios países y lucha para demostrar la ilegitimidad de las deudas externa e interna. Nosotros defendemos que los países del Sur ya pagaron esas deudas muchas veces y en verdad, ya somos creedores de esa deuda.
— Principalmente porque en gran parte fue contraída por gobiernos sin representatividad, que no fueron electos por el pueblo.
— Exactamente. En 2000 hicimos una gran pesquisa en Brasil que tuvo la participación de más de seis millones de personas. La gran mayoría considera la deuda ilegal. Nosotros tentamos localizar los contratos, pero la mayoría desapareció. De los 800 contratos que deberían estar en el Senado Federal, que es el órgano responsable por aprobar o no esos empréstitos, fue posible localizar apenas 200. Los otros 600 desaparecieron.
Ya está en US$ 2 billones. Es lo que llamamos de deuda odiosa. Y para empeorar, los países que se juzgan creedores exigen una serie de contrapartidas para prestar más dinero.
— No, la grande mayoría es contra. Además, esa misión está siendo un fracaso. En los primeros 18 meses fueron gastos US$ 26 millones y apenas 265 armas fueron rescatadas, de las decenas de millares que la ONU estima estar en las manos de la población civil. Esta no es una misión de paz. Cerca de 85% de ella es compuesta por contingentes militares y, de lo restante, no llega un centavo de ayuda humanitaria para la población local. Cuando estuve allá, el propio general brasileño Augusto Heleno dijo que el problema de Haití no era militar, mas de falta de solidaridad. Él dijo que podían colocar 100.000 soldados allá y que no se iría resolver el problema. La situación en Haití es grave, hay una crisis institucional, pero no hay una situación que permita una intervención militar.
— Si. Ahora mismo el principal tema del carnaval de allá fue este. La población local criticando la presencia de la Minustah. Existen acusaciones contra las tropas brasileñas de estupros, violaciones de derechos humanos y asesinatos.
Primero, es preciso decir que el alto comando de la misión no pertenece a Brasil, si no a USA, Francia y Canadá. Son esos países que determinan los objetivos, Brasil apenas cumple órdenes. El principal objetivo es geopolítico, en razón de la posición estratégica ocupada por Haití entre Cuba y Venezuela. Para USA es importante tener un brazo armado en esta región. Otro punto está ligado a la historia. Los haitianos son extremamente combativos, determinados. Es necesario recordar que Haití fue el primero país latinoamericano a se tornar independiente, y un detalle muy importante: por las manos de los esclavos. No fue una revolución criolla o burguesa, fue una revolución de esclavos negros. Entonces el imperialismo, precisa acabar, destruir, apagar la memoria de ese pueblo combativo. Otro punto que identificamos es el entrenamiento de soldados en Haití para después ser usados en las villas miserias (favelas) brasileñas. Nosotros reparamos que los mismos soldados que ocuparon (en Río de Janeiro) los morros Mangueira, Providencia, en marzo del año pasado, estuvieron antes en Haití. Las calles son muy parecidas, estrechas. Este punto está de acuerdo con lo que USA quiere para los países del Hemisferio Sur: que las Fuerzas Armadas ejerzan apenas la función de policía…
— Si. Quieren que nuestras Fuerzas Armadas dejen de vigilar las fronteras y pasen a reprimir las poblaciones pobres. Y el cuarto eje de interés es con relación a la destinación económica que USA quiere dar a Haití. Están transformando Haití en un país de fábricas maquilladoras. Pagan salarios bajísimos a los funcionarios, que trabajan en verdaderos campos de concentración, extremamente militarizados, para exportar productos a precios irrisorios para USA.
— Ya llegó. En Honduras, por ejemplo, ya es así. Y ahora están haciendo lo mismo con Haití. El gran problema es que la población brasileña, que podría se manifestar contra esa ocupación de manera más enfática, está siendo manipulada por la imprenta burguesa. Entonces termina apoyando esa violencia contra los compañeros haitianos.
— En Haití pocos acreditan en eso. La versión que corre es que tendría sido asesinato, habrían encontrado dos balas en el cuerpo, una en la espalda. En fin, nadie se suicida con dos balas y ni por tras. El ejército brasileño inclusive alega haber tentado llevar adelante las investigaciones, pero la ONU no permitió.
No se. Puede haber sido disputa interna.
Si la ocupación continuar ¿Qué puede acontecer en su opinión? ¿Cuáles serán los desdoblamientos?
—Pienso que va haber un desgaste cada vez mayor. De un lado una fuerza militar que llega sin saber hablar la lengua local. Pocos hablan francés y menos todavía el dialecto criolo. De otro lado, un pueblo que no acepta la dominación. El resultado es imprevisible, por que la situación de Haití es muy compleja, existen varios factores envueltos. No es una situación simple, no obstante sea un país pequeño.