La noticia está en la web del consulado de USA en Río de Janeiro, bajo el título “Visita del vicesecretario de Estado de Estados Unidos, John J. Sullivan”. Ella informa que el día 22 de mayo de este año (por “coincidencia” un día después de iniciada la huelga de los camioneros),  llegó a Brasilia una comitiva liderada por el vicesecretario de Estado yanqui. El ministro interino de las Relaciones Exteriores, Marcos Galvão, recibió el vicesecretario y su delegación en un almuerzo de trabajo y una reunión. Allí, fue lanzado el Foro Permanente de Seguridad Brasil-USA.

Orden cerrada

La composición de la delegación brasileña da la medida de la importancia del Foro. Estuvieron presentes el embajador Marcos Galvão, el Secretario-General del Ministerio de las Relaciones Exteriores y representantes del Ministerio de la Justicia, del Ministerio de la Defensa, del Gabinete de Seguridad Institucional y del Ministerio Extraordinario para Seguridad Pública.

Bajo la coordinación del Itamaraty y del Departamento de Estado del USA, el Foro tendrá como pauta “crear condiciones favorables para la articulación entre agencias y el desarrollo de estrategias operacionales en torno a seis áreas temáticas predefinidas: narcotráfico, tráfico de armas, delitos cibernéticos, lavado de dinero y crímenes financieros, terrorismo, y cooperación institucional”.

En su pronunciamiento, el vicesecretario de Estado del USA enalteció la cooperación realizada  entre los dos países durante la realización de las Olimpíadas de 2016, afirmando que el “Foro como un todo está volcado para el lanzamiento de una nueva y amplia plataforma de cooperación que irá a identificar medios concretos de tratar los desafíos mutuos de seguridad”. Y añadió que “por encima de todo, creemos firmemente que el Foro no deba ser un mero escenario de conversaciones. Concordamos que necesita ser cooperativo, operacional y mostrar resultados”.

Sanguijuelas

Las estrategias trazadas por USA como “América para los Americanos”, “Big Stick”, “Buena Vecindad” (con la “Alianza para el Progreso” específica para la América Latina) y otras bajo un discurso de solidaridad y cooperación embutieron cláusulas sanguijuelas de incremento de la explotación imperialista.

Por ese motivo que un acuerdo para un foro “cooperativo” y “operacional”, en este momento, corrobora nuestras denuncias de que las Fuerzas Armadas colocaron en marcha un golpe militar contrarrevolucionario preventivo al inevitable levante de las masas ante tanta explotación, opresión y degeneración de toda esta vieja orden burguesa-latifundista, servil del imperialismo, principalmente yanqui.

Como principal semicolonia del imperialismo yanqui,  Brasil es acompañado en tiempo real por sus agencias de información y espionaje. Tales acuerdos objetivan anticiparse al agravamiento de la situación revolucionaria que se desarrolla en el país delante de las dificultades de las clases dominantes, en la falencia del sistema político de su viejo Estado, en mantener la vieja orden cada vez más amenazada de un colapso general.

Del lado del pueblo, las demostraciones de que no acepta y no aceptará más que la carga de esta tremenda crisis recaiga sobre sus hombros son la verdadera señal de que marcha, en pasos rápidos, su movilización y politización. De él emergerá la fuerza de vanguardia para organizarlo  en una verdadera y gran Revolución Democrática, Agraria y Antiimperialista para poner fin a esta vieja orden putrefacta y para la construcción de un Brasil Nuevo.