Nota de la redacción: La Resistencia Campesina de Santa Elina ocurrió en 9 de agosto de 1995, en Corumbiara, Rondônia. Los campesinos fueron a la batalla con palos, piedras y viejas escopetas de caza contra una tropa de policías y pistoleros a mando del latifundio y del gobernador Valdir Raupp (PMDB).
Los campesinos dormían cuando los bandidos invadieron el área. Después de resistir y ser rendidos, los héroes campesinos fueron torturados y humillados. Los sádicos invasores obligaron que algunos comieran los restos del cerebro de otros que tuvieron sus cráneos partidos a culatadas. La pequeña Vanessa, de 7 años, fue muerta. Todo odio y horror, para la desgracia de la reacción, no intimidó, al contrario hizo levantar una legión de campesinos dispuestos a todo por la conquista de la tierra y para vengar sus hermanos. Publicamos a continuación la nota de la LCP de Rondônia y Amazônia Occidental sobre un nuevo aniversario de la batalla.
La LCP fue fruto de la heroica resistencia de Corumbiara y siempre sirvió y honró a aquellas familias y a todos los campesinos pobres. Junto con el Comité de Defensa de las Víctimas de Santa Elina (Codevise), en 2010, después de muchas luchas, la LCP dirigió centenares de familias que finalmente conquistaron la mayor parte de la hacienda Santa Elina, donde ocurrió la batalla. El sueño de los campesinos de 1995 floreció en las Áreas Revolucionarias Zé Bentão, Renato Nathan, Maranatã 1 y 2, Alzira Monteiro y Alberico Carvalho.
Hoy, las más de 600 familias que allá viven continúan la resistencia contra los órganos del viejo Estado que persiguen, reprimen y confunden el trabajo del pueblo, como la Secretaría de Estado del Desarrollo Ambiental (Sedam) e Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad (ICM-Bio), que aplican multas absurdas y bloquean sus registros en la Agencia de Defensa Sanitaria Agrosilvopastoril (Idaron), así como el Ministerio de la Agricultura, que empujó créditos para el plantío de urucú, sin seguro y ni política de precio mínimo, causando perjuicios enormes a las familias. Sin contar la falta de maquinarias y asistencia técnica, ambulancia y escuela en el área.
Incontables campesinos con poca o ninguna tierra continúan trillando el mismo camino, organizándose en tomas como el campamento Manoel Ribeiro, donde familias luchan por un pedazo de tierra desde el final de 2018. Esta toma es parte de la lucha histórica por conquistar el restante de las haciendas del antiguo complejo Seringal Santa Elina.
¡Contra la crisis el camino es tomar todas las tierras del latifundio! Los latifundistas ladrones de tierra sólo traen miserias, desgracias, explotación y ni siquiera compran en los comercios de las pequeñas ciudades. Solamente con el crecimiento de las tomas de tierras por los campesinos puede haber progreso para el pueblo. Corumbiara es un municipio mantenido gracias a lucha y trabajo de los campesinos de Victoria de la Unión, Verde Seringal, Adriana, Vanessa, de la antigua hacienda Santa Elina, entre otras áreas.
Los campesinos de Santa Elina contribuyeron decisivamente para demarcar el camino de la Revolución Agraria, el único capaz de destruir el latifundio e iniciar la construcción de una Nueva Democracia y un Brasil nuevo, uniendo con la lucha de los obreros y demás trabajadores del campo y ciudad. Más que nunca, debemos seguir el camino abierto por la heroica resistencia de Corumbiara.
Honra y gloria a los héroes de Corumbiara: Sérgio Rodrigues Gomes, Vanessa dos Santos Silva, Manoel Ribeiro (Nelinho), Maria Bonita, Ari Pinheiro de Santos, Alcindo Correa da Silva, Ênio Roca Borges, Ercílio Oliveira Campos, José Marcondes da Silva, Nelci Ferreira, Odilon Feliciano, Oliveira Inácio Dutra, Jesus Ribeiro de Souza y Darli Martins Pereira!