La transnacional Wal-Mart que opera en el Brasil desde 1995, pasó a crecer de forma vertiginosa en los últimos años, inclusive incorporando otras redes de supermercados ya establecidas. Esta gigante mundial ha dejado un rastro de destrucción y sufrimiento en varios países.
En USA, su país sede, funciona como un cáncer. En cada pequeña ciudad o barrio donde se establece, en poco tiempo arrasa el mercado local. Pequeños comercios, tiendas administradas durante generaciones por familias, no resisten a la política depredadora de la minorista. Los operarios son extremadamente explotados con bajos salarios, coaccionados a trabajar horas extras sin recibir y sometidos a todo tipo de persecución para evitar cualquier organización sindical.
Sus tentáculos se infiltran en el poder con el propósito de obtener exención de impuestos y diversas otras ventajas.
El documentario Walmart, el alto costo de los precios bajos, dirigido por Robert Greenwald desvela el secreto del éxito de la empresa. Ciertamente el éxito en las ventas se debe a los precios bajos y estos acaban quebrando la competencia. Sin embargo, ¿cómo consigue ofrecer productos más baratos? En el documentario son entrevistados ex-operarios y ex-gerentes de la empresa. La estrategia consiste en contratar el mínimo de operarios sobrecargándolos de servicio. Los gerentes tienen altas metas de producción con bajo presupuesto salarial. Ellos tienen orden de mandar los operarios a que complementen su renta, salud y otros en los programas asistenciales del gobierno. La empresa banca campañas electorales y mantiene fuertes lobbies para obtener beneficios del Estado.
Muchas veces los comerciantes que, con la llegada próxima de una filial de la Walmart, ven sus ventas menguar, intentan resistir tomando créditos. Al llegar al banco reciben un segundo golpe: sus propiedades que serán ofrecidas como garantía para el préstamo, perdieron valor justamente por la proximidad de la Walmart.
Hasta de la China vienen reclamaciones. La mayoría de los productos comercializados por la Walmart viene de aquel país. Los obreros de las fábricas chinas son acostumbrados a trabajar con bajos salarios. Sin embargo, las encomiendas de la transnacional son hechas bajo tal presión que los trabajadores chinos reclaman.
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